Préstamos Libres de CO2
Para el año 2023 y 2025, varios cascos antiguos de ciudades europeas prohibirán la circulación de autos de combustible por sus calles. La medida que al comienzo trajo cierto escepticismo hace una década cuando comenzaron a repuntar las automotrices con sus planes de pasar de modelos híbridos a autos totalmente eléctricos, ahora se siente más cercana.
Noruega es ya un ejemplo exitoso del uso del transporte eléctrico. A junio de este año, los vehículos eléctricos ocuparon el 80% de las ventas, seguidos por los autos híbridos, y en un porcentaje menor al 10% los autos a combustible. Incluso el gobierno considera prohibir para 2025 cualquier venta de auto nuevo a combustible, con miras a que cambie toda la flota exceptuando los modelos clásicos comprobados que tendrán una licencia especial.
Esta tendencia que se avecina a toda electricidad ha hecho que los bancos, en el caso de Europa y Asia, comiencen a fijarse metas de préstamos ecológicos para los nuevos compradores de hoy, más conscientes con el medio ambiente. Y como el auto es una de las primeras compras financiadas en la carrera de adquisiciones de un joven profesional, se hace un match interesante entre la intención del comprador y el entendimiento del mercado por parte del banco. Algunas entidades europeas los llaman Productos Verdes, Eco Préstamos o Eco Financiación. Por eso cada vez más bancos asignan presupuestos para estos créditos verdes, y con tasas diferentes a los préstamos tradicionales de autos. Lo cierto es que los autos eléctricos tienen un costo más elevado que los tradicionales y el ímpetu de este tipo de adquisición requiere un apalancamiento más amigable, inclusive aumentando el plazo de tiempo para pagarlos
Clasificados según su fuente de energía y tecnología: EV (Electric Vehicle), HEV (Hybrid Electric Vehicle) y PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), la fama y las pasarelas se las ha llevado el Tesla Model 3, pero comienzan a aparecer nuevos modelos como el Ford Mustang Mach-e y los de alta gama de lujo tradicional, como por ejemplo varios modelos de la firma italiana Maserati, la sueca Volvo y la alemana BMW, por nombrar algunos. Incluyendo las camionetas con una fuerza eléctrica probada, pero marcas más accesibles como la italo-alemana Opel, desde 2028 solo venderá autos 100% eléctricos, y desde 2024, todos sus modelos nuevos tendrán versión eléctrica. La marca tiene una de sus fábricas en Rüsselsheim, Alemania, y ya a finales de la semana pasada contaba con 500 estaciones de recarga. Rüsselsheim, es la ciudad insignia en pro de los autos eléctricos, allá se alojan otras fábricas de autos con el mismo plan de conversión a corto y mediano plazo.
En estas latitudes, un punto que aún no genera el compromiso de parte de los compradores es la baja capacidad de abastecimiento de energía para autos eléctricos que presentan los países latinoamericanos. En la vecina Colombia, el 2020 fue el segundo año como líder de crecimiento en ventas de vehículos eléctricos en Latinoamérica, estimulado porque fueron las empresas de energía quienes le apostaron a la instalación de unidades de carga, y por su parte la banca ha proveído tasas preferenciales.
Por lo pronto, en Centroamérica las estaciones de recarga son contadas y escasean fuera de las ciudades principales. Pero a la vez se presenta una nueva categoría de negocios: las estaciones de energía eléctrica, los repuestos para autos eléctricos, y la tecnología y servicio especializado que demandará el mercado a futuro. ¿Qué tan cerca estará esa demanda? ¿Cuándo daremos ese paso como comunidad para volver nuestras ciudades más limpias de CO2? utilizando menos fuentes no renovables y silenciando los motores para bajar el estrés auditivo de las troneras criollas.
